REFLEXIONES: LA NORIA

Hasta el correo electronico que habilitamos para recibir toda vuestra ayuda, sugerencias, ideas... nos siguen llegando muestras de apoyo, ánimo y ayuda. Aqui os dejo un escrito de manos de Jero.

Recuerdos... pensar en la posibilidad de que todo quede en eso, en el ayer, en lo vivido, pensar y pensar en lo que hizo, en lo que trabajó, a lo que se entregó días y días, en lo que queda plasmado su afán de superación, sus ganas de vivir... su ilusión. A veces, es eso en lo que piensas, en el futuro sin esa persona querida, en los porques, en la sin razón, en los recuerdos, sientes como la ilusión se desvanece, miras a tu alrededor y en las miradas observas atisbos de miedo, de rencor, de incomprensión, soportas la impotencia que te hace cerrar el puño y dar un golpe contra la mesa a la vez que exclamas ¡por favor Dios ayúdanos!. Porque sabes que ese gesto te va a hundir, te va a arrebatar las ganas de seguir buscando, de seguir esperanzado y de continuar adelante.

A veces la vida la vemos como un noria, algo que comprendemos es seguro que su ciclo va a enlazar con el anterior, y que todo es simple rutina, no pensamos en sobresaltos, tampoco en la tristeza y la desesperación, pero un día ocurre algo con lo que no contamos, una piedra bloquea esa noria que hace que toda la vida se llene de desilusión, de tristeza, de rabia, de mil porques... la vida de las personas que más quieres se estanca, la felicidad no es felicidad porque sabes que algo bloquea que esa noria siga dando vueltas, siga su curso y realice el trabajo de asegurarse que todo a su alrededor se establezca con un orden, unas pautas y unos tiempos.

Miras a tu alrededor, te sientes impotente, frustrado, sientes las ganas enormes de alzar la voz proclamando ayuda, a la vez que te sientes tan sólo y pequeño, que parece que esos gritos no se oyen más allá del aire que rodea tus labios, más allá de los más cercano, del aquí y del ahora... pero eso no es así, los gritos desgarradores y a la vez silenciosos, esa impotencia ese clamor a la más absoluta desesperación, retumba en lo más hondo de tu ser provocando en tu interior que una fuerza inesperada haga que todo tu cuerpo se anestesie ante todo, sacas fuerzas de donde jamás pensaste tener y jamás pensaste necesitar, de lo más adentro algo te impulsa a estallar en ilusión, en esperanza, en ganas de tener respuestas... piensas que los recuerdos sean historias futuras, reencuentros.

A la vez todo ello se transmiten por el aire en busca de seres amables, de gentiles oídos y de ayuda humana, observas como desde los puntos más recónditos comienza un movimiento, un deseo silencioso que enlaza unas personas con otras, unos apoyos con otros y un sentimiento común empieza a hacerse presente: ¡es posible! Claro que hay posibilidad, todo antes de la resignación, todo. Ahora esos lloros, esa desesperación y esa necesidad de ayuda se extiende por tantos sitios que te abruma, sientes temor en un principio pero tras unos segundos compruebas que todo debe ser aún más, que aún más oídos deben escuchar tus imploros, tus pensamientos... Todo ello debe aún llegar a más seres sabios, a más oídos dispuestos a escuchar, a más manos dispuestas a ayudar y a más corazones sensibles ante causas que pueden provocar la locura más absoluta. Sabes y sientes que todo es posible, tan sólo hay que sentir, ponerse en el lugar de los demás, pensar que el todo determina un fin y que todo fin tiene un futuro, ayúdanos a que este final sea feliz, ayúdanos a dar respuestas a tantos porques, ayúdanos a recobrar las ganas de vivir, las ganas de sentir alegría en el interior, aýudanos a sentir paz.

Jero

TÚ TAMBIÉN PUEDES AYUDARNOS A SEGUIR BÚSCANDOLE

Gracias Jero de todo corazón, si tu eres capaz de escribir estas palabras tan sólo por la empatia que sientes hacia nosotros, imaginate lo que sentimos los familiares y los amigos que estamos directamente implicados.