En días como los que nos han acompañado lleno de desgracias. Aún estamos conmocionados por el “accidente” aéreo y la perdida de 150 personas. Bien es cierto que cuando asistimos a una muerte colectiva y además en las circunstancias en las que se ha producido nos sentimos unidos al sufrimiento de todas esas familias…tantas personas cada una con sus historias…todas esas vidas truncadas.
Quedamos igualmente de impactados por la situación vivida por los espeleólogos españoles que tras casi una semana desaparecidos en Marruecos aún continúa el rescate del único superviviente. Este tipo de noticias las vivimos con mucha intensidad y muy de cerca, casi com0 si fuera mi propio hermano, además en el caso de Gustavo Virués, se parece físicamente a mi hermano Juan Antonio y me da aún más sentimiento. Mi más sentido pésame a ambas familias ya que se ha conocido hoy que hay un segundo fallecido, José Antonio Martínez porque la ayuda no ha llegado a tiempo. ¡Qué pena! ¿Qué ha fallado? ¿Por qué los equipos de rescate no llegan a tiempo? ¿Hubiese sido diferente si hubiese ocurrido en otro país?
El mundo de la espeleología y del deporte ligado a la naturaleza está de luto. Mucha fuerza a esas familias que estarán viviendo los peores días de su vida. Os entiendo mejor de lo que pensáis. Al menos tenéis el consuelo de saber dónde está y lo que ha pasado y podréis enterrarlo y despediros, eso es algo que no tenemos los familiares de personas desaparecidas y lo sufrimos cada día.
Un abrazo grande a todos los familiaresdel accidente aéreo y para las familias de los espeleólogos españoles, os espera una época de duelo y dolor, mucha fuerza para seguir adelante, siempre hay que seguir.
Familiares de Juan Antonio Gómez Alarcón C.G.A.
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